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A SOLAS CON EL 

Domingo 5 de abril Domingo de Ramos

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Isaías 50, 4-9

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Salmo 31

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Filipenses 2, 5-11

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Mateo 21,1-11

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10 Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se agitó, diciendo: —¿Quién es este? 11 Y la gente decía: —Este es Jesús, el profeta, el de Nazaret de Galilea.
(Mateo 21, 10-11)

 

Jesús el profeta. Cuando el pueblo hace esta afirmación sobre Jesús en la entrada en Jerusalem, esta hablando de su inspiración, de su participación del Espíritu de Dios. Para muchos esta unción correspondía a su carácter sanador, como hemos venido viendo, para otros, a la sabiduría de sus palabras y enseñanzas. Las vidas cambiadas que le rodean y le siguen son el mayor signo de su filiación divina. Pero la mayoría no entiende que en este carácter profético se está revelando la redención de la humanidad, y la exigencia de un cambio que nos afecta a todos, en lugar de confirmarnos en nuestros privilegios y opiniones. Israel no supo verlo así, y por eso el Hosanna se convierte en preámbulo de la crucifixión. ¿Vemos nosotros lo que necesitamos cambiar?

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Motivo de reflexión

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Desde un punto de vista crítico, puede afirmarse que el enfoque de la agenda de los ODS es demasiado amplio, y que tiene demasiados objetivos y metas. En su forma de abordar algunos problemas, como la pobreza, carece de un enfoque que analice sus causas fundamentales y que cuestione los modelos políticos y económicos vigentes.

No obstante, los objetivos manifiestan la voluntad de la comunidad mundial de avanzar hacia un orden mundial sostenible y de fomentar procesos que refuercen los derechos humanos y el bienestar.

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El desarrollo sostenible es tanto un proceso como un objetivo, que conduce a una vida de dignidad para las personas en relación con el contexto general de sus comunidades y con el medio ambiente que las sustenta. El desarrollo que aísla a una persona de una parte de sí misma, de la comunidad o del ecosistema que sustenta la vida no es un desarrollo sostenible. Del mismo modo, el desarrollo de una zona concreta que no esté vinculado a la sostenibilidad del bienestar social, económico y medioambiental de la familia humana tampoco es sostenible.

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Jueves 9 de abril Jueves Santo

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Éxodo 12, 1-14


Sal 116


1a Corintios 11, 23-26

 

Juan 13, 1-17

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Este día os será memorable, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis. 15Siete días comeréis panes sin levadura. El primer día haréis desaparecer toda levadura de vuestras casas, porque cualquiera que coma algo leudado desde el primer día hasta el séptimo, será eliminado de Israel. 16El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación. Ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer. 17Guardaréis la fiesta de los Panes sin levadura, porque en ese mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento a lo largo de vuestras generaciones como una costumbre perpetua.

 

(Éxodo 12, 14-17)

La celebración de la Pascua como día memorable es la celebración de todas las liberaciones de Israel, pasadas, presentes y futuras. La celebración de las libertades es también para nosotros un ejercicio de memoria de luchas, de tenacidades y también de víctimas. Cuando celebramos la mesa del Señor ese ejercicio de memoria se vuelve sagrado para que en nosotros se manifieste la comunión que Jesús nos ofrece, que es la mayor y más lucida de las libertades, una comunión con el plan de Dios y con la comunidad de nuestras hermanas y hermanos. Deberíamos tomar más conciencia de esta condición peregrina de nuestro llamamiento a vivir en comunión.

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Motivo de reflexión

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El desarrollo no es un concepto nuevo para la familia ecuménica, las iglesias y organismos diaconales tienen décadas de experiencia en que basarse. El CMI y otras organizaciones confesionales han estado implicados en los asuntos que abordan los ODS mucho antes de que estos fueran formulados. El cambio de discurso hacia un mayor reconocimiento del papel de la religión en los procesos de desarrollo coincidió con el cambio de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas por la agenda global, integrada y universal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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La convergencia de estas dos tendencias tiene un gran potencial, pero también plantea a iglesias, comunidades religiosas y organismos diaconales el desafío de encontrar los medios y métodos apropiados para participar en ese marco.

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Viernes 10 de abril Viernes Santo

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Isaías 52, 13 - 53, 12

 

Salmo 22


Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9

 

Juan 18, 1-19,42

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Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores,
¡Pero nosotros lo tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios!
5 Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados.
Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados. (Isaías 53, 4-5)

Este hermoso capítulo de Isaías es una reflexión sobre el sufrimiento, el servicio e incluye las víctimas en general. Cuando miramos las mujeres, las jóvenes violadas y bromeamos, o afirmamos con sarcasmo, sobre su responsabilidad en su sufrimiento o su provocación nos ponemos del lado de los que consideran castigo de Dios cualquier forma de sufrimiento, y designio de Dios las opresiones y humillaciones que sufren los pueblos. El texto isaiano por el contrario nos habla de la manifestación de Dios en las formas perdedoras de lucha, para hablarnos proféticamente –según identificamos los cristianos- de la opción de Dios por identificarse con el sufrimiento de la humanidad en Jesús de Nazaret. ¿Llevaba Jesús minifalda para ser crucificado? ¿Era de una clase, o de una condición social determinada para se rechazado? Dios se une a nosotros en lo que anhelamos de justicia y de paz y en lo que sufrimos injustamente para curarnos.

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Motivo de reflexión

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Las personas religiosas representan una comunidad clave para el cambio que está preparada para entrar en acción e interactuar de manera responsable. A continuación, se expone lo que, según el señor David Nabarro, Consejero Especial de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible en 2016, se espera que hagan las comunidades religiosas en relación con la nueva agenda:

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  • -  Promover la inclusión, y no la exclusión, de los diferentes grupos que podrían participar en este tipo de actividad.

  • -  Proporcionar canales pacíficos para la resolución de conflictos, reduciendo así el riesgo de violencia cuando hay diferencias entre comunidades.

  • -  Defender los derechos humanos, especialmente los de los más vulnerables, velando por que nadie se quede atrás.

  • -  Recordar a los dirigentes políticos su deber de hacer que todas las personas gocen de sus derechos.

  • -  Pueden ayudar a velar por que en las comunidades sean las personas a nivel local quienes hagan inversiones con sus propios recursos.

     

  • -  Pueden movilizar a la gente en todas partes, especialmente a los jóvenes, para que se sirvan de los elementos de la agenda de 2030 en su propio activismo para crear un mundo mejor.

  • -  Pueden compartir sus conocimientos especializados sobre la manera de prestar servicios allí donde es más difícil llegar.​

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Domingo 12 de abril Domingo de Resurrección

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Hechos 10, 34-44

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Salmo 118

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Colosenses 3, 1-4

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Juan 20, 1-18

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Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra,3porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

 

(Colosenses 3,1-4)

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La Resurrección es acción de Dios. El mismo Jesús es resucitado por Dios, según Pablo a los Filipenses como reconocimiento de Dios y para que en su nombre se doble toda rodilla. En el texto del Evangelio esta acción de Dios orienta y define la misión de la iglesia, como envío, como superación de la muerte y victoria sobre ella, como misión de testimonio y de proclamación. Un poco más adelante Jesús hace ese envío enmarcado en la paz de Dios. En la carta a los Colosenses Pablo recoge este dilema de la resurrección entre lo “terrenal” y las “cosas de arriba”, como una forma de discernimiento entre la vida vieja y la nueva, y esperando la manifestación de Cristo, nuestra vida. Entre tanto estamos en estas cuatro paredes, en las que Cristo viene a nuestro encuentro, como encontró a los discípulos, dejemos que el cumplimiento de nuestra misión y testimonio nos embargue.

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Motivo de reflexión

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Desde la perspectiva de la diaconía ecuménica, los ODS proporcionan una plataforma importante para la acción. La agenda de los ODS merece todo tipo de apoyo, tanto político como práctico. Es una agenda universal que se aplica a todos los países, y presenta una visión integrada, indivisible y basada en un conjunto claro de principios heredados. Los ODS fueron establecidos con el propósito de involucrar a la sociedad civil y a las organizaciones de voluntarios, sin olvidar a las comunidades religiosas, y de promover la ciudadanía activa.

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